Cómo escribir contenido científico que conecte con el público general

Estrategias clave para escribir contenido científico claro, atractivo y relevante para audiencias no especializadas.

La comunicación científica enfrenta hoy un desafío doble: difundir conocimientos complejos sin distorsión y lograr que estos resulten comprensibles para audiencias no especializadas. A pesar del impacto cotidiano de la ciencia en la salud, el medioambiente y la tecnología, gran parte de la producción científica permanece inaccesible para el público general. Esta desconexión se ve acentuada por un lenguaje cada vez más técnico; un estudio de eLife reveló que la legibilidad de los artículos científicos ha disminuido de forma constante desde finales del siglo XIX.

Obstáculos frecuentes en la comunicación científica

Uno de los principales retos es el uso excesivo de jerga técnica. Términos como “sesgo”, “hipótesis” o “anomalía” tienen significados distintos dentro y fuera del ámbito académico, lo que puede generar malentendidos. Además, estructuras gramaticales densas y un tono impersonal suelen dificultar la lectura para audiencias no especializadas. Este estilo, aunque habitual en publicaciones científicas, puede producir rechazo o desinterés cuando se utiliza en contextos divulgativos.

Por otra parte, el exceso de información también representa un obstáculo. Incluir todos los detalles metodológicos sin una jerarquización clara de los contenidos puede saturar y desorientar al lector no experto. En lugar de informar, este enfoque termina por crear barreras cognitivas que impiden la apropiación del conocimiento.

Estrategias efectivas para redactar contenido científico accesible

1. Claridad desde el inicio:

Exponer las ideas principales desde el primer párrafo facilita la comprensión global del contenido. Una estructura que privilegia el mensaje central, seguida de explicaciones complementarias, resulta más efectiva que el desarrollo en espiral propio del estilo académico.

2. Reducción de tecnicismos:

Evitar o explicar los términos especializados incrementa significativamente la accesibilidad del texto. Cuando es necesario emplear jerga científica, puede incorporarse una analogía o ejemplo cotidiano que ilustre su significado.

3. Uso de metáforas y analogías:

Las comparaciones con situaciones comunes ayudan a traducir conceptos abstractos. Por ejemplo, al describir la edición genética, se ha comparado el ADN con un manual de instrucciones y a CRISPR con unas tijeras moleculares. Estas imágenes mentales favorecen la comprensión sin sacrificar precisión.

4. Narrativa con propósito:

La inclusión de elementos narrativos, como la secuencia problema-descubrimiento-solución, puede transformar un informe técnico en una historia que genere interés. Estudios publicados en PNAS han demostrado que los textos científicos con estructura narrativa mejoran la retención de información y aumentan la empatía del público con la ciencia.

5. Visualización de datos:

Infografías, esquemas y gráficos sencillos permiten representar procesos complejos de manera intuitiva. Las visualizaciones bien diseñadas no solo captan la atención, sino que refuerzan el contenido textual y mejoran la comprensión.

6. Tono conversacional moderado:

Un tono cercano, sin llegar a ser coloquial, humaniza el discurso científico. Este estilo reduce la distancia entre el autor y la audiencia, fomentando una percepción de transparencia y credibilidad.

7. Selección de ideas clave:

Centrar el contenido en dos o tres mensajes principales facilita la asimilación del texto. Este enfoque evita la dispersión informativa y garantiza que los conceptos esenciales se mantengan en la memoria del lector.

Tendencias y desafíos actuales

El auge de la desinformación en redes sociales ha llevado a muchos científicos a adoptar roles activos como comunicadores. En paralelo, instituciones académicas están integrando la formación en comunicación científica como parte de la formación doctoral. También se han iniciado debates sobre cómo presentar la incertidumbre científica de manera honesta pero sin erosionar la confianza del público.

Una línea emergente de investigación analiza el impacto del lenguaje local y la cultura comunitaria en la recepción de mensajes científicos. En algunos contextos, adaptar el discurso a los códigos lingüísticos y valores de una comunidad ha demostrado fortalecer el vínculo entre ciencia y sociedad.

Fuentes

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